Varios estudios muestran claramente que el nivel de búsqueda de ayuda y de posible resolución de los problemas de salud de las personas puede y debe ser plasmado desde los estamentos de la Atención Primaria de la Salud.
Los médicos generalistas y/o de familia ocupan un lugar óptimo dentro del sistema de salud. Lo cual claramente les permite introducir en su práctica aspectos preventivos, pero no es sólo su localización lo que posibilita este trabajo por parte del médico generalista
y/o de familia, sino que son las características que esta ubicación preferencial le dan a su relación con los pacientes.
El enfoque biopsicosocial esta tarea que agrupa no solo la prevención, sino también el diagnóstico, la terapéutica, la rehabilitación, la referencia cuando es necesaria y el mantenimiento de la salud, es una más de las características fundamentales del trabajo del Médico de Familia y Generalista.
Es especial la posibilidad que se tiene en la atención de la familia, que permite explorar los problemas del individuo y los familiares. Surge del análisis de esta información que otra particularidad del trabajo del médico de familia y generalista es la creación de un vínculo entre el profesional y los pacientes, vital para el desempeño del galeno y para el conocimiento acumulativo realizado a través del tiempo. Esta forma de practicar la medicina está estrechamente relacionada con el compromiso con la persona y no con un grupo de patologías o habilidades determinadas, tal como lo propone McWhinney al desarrollar los principios que guían nuestra actividad. Es este mismo autor canadiense quien nos invita a adoptar una mirada particular de las consultas con los pacientes, proponiendo cada encuentro con los mismos como un momento oportuno para incluir actividades preventivas. También se anima a plantearnos el desafío de ir mas allá en la consulta, para poder ampliar nuestra propia perspectiva de los encuentros con los pacientes para que de esta manera podamos verlos como parte de una población en riesgo que necesita intervenciones destinadas a mejorar su calidad de vida.
Consideramos que la Medicina Generalista y Familiar por las características anteriormente enumeradas puede funcionar como un puente que permita implementar un modelo de salud compartido entre equipos de APS y pacientes.
Evidencias de los beneficios de un Sistema de Salud orientado a la APS
Los Países con Sistemas orientados a la APS, tienen
Menos niños con bajo peso al nacer
Menor mortalidad infantil, especialmente postneonatal
Menos años de vida perdidos por suicidios
Menos años de vida perdidos por toda la mortalidad,